Discurso de S.A.R. El Príncipe de Asturias en la entrega del XXI Premio «Cerecedo» otorgado a Antonio Tabucchi

Hoy reconocemos los méritos de Antonio Tabucchi, un prestigioso escritor que acude frecuentemente a la prensa escrita para analizar las realidades ciudadanas y ofrecer a los lectores sus inteligentes reflexiones.

Antonio Tabucchi habría podido recluirse en el éxito de sus novelas, que hemos tenido oportunidad de disfrutar. Pero ha preferido, como tantos otros que le precedieron en las veinte ediciones anteriores de este premio, darnos su opinión esclarecida a propósito de los avatares cívicos, de los conflictos sociales y democráticos, de las realidades humanas en sus columnas publicadas en prestigiosos diarios de la prensa italiana y también de la española.

A Tabucchi le apasionan el oficio y la tarea del periodista, que han servido de inspiración a algunas de sus obras más conocidas. Ese es el caso de Sostiene Pereira o de Tristano muere. En ésta última novela, resume la historia de un héroe agonizante empeñado en aclarar su verdadera historia a un periodista.

Advierte Tabucchi en boca de Tristano que «no es nada fácil convertirse en héroe; un milímetro a un lado y eres un héroe, y un milímetro al otro y eres un cobarde; es una cuestión de milímetros». Esta cita recoge lo que sucede a veces con los periodistas: aunque estén lejos de tan altas pretensiones, en ocasiones acaban arriesgando su integridad física, cuando intentan informar de cerca y con inmediatez sobre los conflictos de nuestro tiempo.

En esa misma línea, en el último de los cuentos de su libro Nocturno hindú, Tabucchi nos refiere el engaño subyacente en la ampliación del fragmento de una fotografía, y propone que desconfiemos de las selecciones intencionadas.

Antes de poner fin a mi intervención, permitidme que, en cuanto miembro de esta Asociación, me refiera a los dos acontecimientos de la mayor trascendencia para la integración europea ocurridos desde la entrega de la anterior edición de este premio: por un lado, la histórica ampliación de la Unión Europea a diez nuevos Estados Miembros y, por otro, la reciente firma del «Tratado por el que se establece una Constitución para Europa». Como europeo y como heredero de la Corona sigo con gran interés estos acontecimientos y sobre todo los debates que estáis dedicando al análisis detenido de ese Tratado. Y es que el correcto ejercicio de la democracia siempre necesita que al ciudadano se le informe debidamente y que el ciudadano se implique en el desarrollo de los asuntos públicos. Por ello, estoy seguro de que como profesionales de la información, seguiréis acertando en la tarea de comunicar a la opinión pública su significado y consecuencias.

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