Docilidad e insurgencia, por Miguel Ángel Aguilar

Miguel Ángel Aguilar presenta a los ponentes de la XVI Jornada España Plural

Artículo publicado originalmente en El Siglo de Europa el 5 de Julio de 2018

Para entender como se ha desplegado el procés en sus fases sucesivas es del todo necesario analizar el comportamiento de los medios con actitudes que han ido desde la docilidad a la insurgencia. En busca de ese esclarecimiento han debatido Marius Carol, director del diario “La Vanguardia”, y Jaume Roures, fundador de Mediapro. Acudieron convocados por la Asociación de Periodistas Europeos y la Fundación del diario “Madrid” que junto al Col·legi de Periodistes de Catalunya mantienen desde 2013 un ciclo titulado “España plural, Cataluña plural” que ha celebrado ya dieciséis ediciones alternativamente en Barcelona y en Madrid. En esta ocasión en la sede de la Fundación Carlos de Amberes. Del interés que suscitaba el tema y los protagonistas da idea la notoria calidad del público asistente.

Cada uno, al aire de su primera intervención, rechazó que las periodistas que oficiaban como moderadoras –Ángeles Bazán, redactora de RNE y Lucía Méndez, columnista del diario “El Mundo”- les siguieran dando el tratamiento de señores. Marius Carol se definió como un agnóstico con temor de Dios y Jaume Roures trajo a colación el dicho catalán, según el cual “el puerco y el señor de estirpe han de ser los dos”. Marius Carol se remontó hasta la Diada de 2012 y consideró algunos hitos que concluyeron el 21 de octubre con el acuerdo del Senado para aplicar el artículo 155 de la Constitución que destituía al Govern de la Generalitat y convocaba elecciones para el 21 de diciembre, que era la primera fecha disponible.

Jaume Roures utilizó la denominación de “los medios de Madrid” en los que echaba de menos el ejercicio saludable de la duda. Porque, en su opinión, “si media Europa cuestiona que lo de Puigdemont sea rebelión tal vez esos medios tuvieran que proceder a reposicionarse. También sostuvo que el área del soberanismo rebasa con mucho la más estricta del independentismo y que sus efectivos suman más de dos millones de catalanes, que de todas maneras debieran ser tenidos en cuenta. Lucía Méndez puso de relieve el contraste entre las protestas contra la manipulación y a favor de un pluralismo equilibrado que arraigan en RTVE mientras que respecto a la instrumentación política de TV3, la Televisión pública de Cataluña, sólo se registra un silencio atronador.

Dando la vuelta al título de la sesión podía hablarse de una “docilidad insurgente” o de una “insurgencia dócil”. Parecería que en versión Roures ninguna manipulación reprochable existiría en TV3 como vendría a probar el incremento de la audiencia. De modo que el conformismo de los periodistas de la rediotelevisión pública de Cataluña en modo alguno sería sospechoso. Sería mera consecuencia de la existencia de un relato bien articulado de los independentistas. Claro que desde otra óptica cabría explorar si además del relato y sobre esa base lo que se detecta en TV3 es la realidad de un encuadramiento disciplinado que no necesita consignas en forma de lemas porque se transmiten de manera electromagnética y orientan a quienes acaban configurando sus actitudes en consonancia con las expectativas. Continuará.

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