En memoria de Mário Soares, el gran democratizador.

Mário Soares en el XV Foro Eurolatinoamericano

Mario Soares pasará a la historia como el político que más contribuyó a estabilizar la democracia en Portugal después de cerca de medio siglo de dictadura y casi un lustro de vaivenes militaristas y revolucionarios. Pocas biografías políticas se muestran tan ricas como la suya: fundador del Partido Socialista que ha gobernado en varias legislaturas – incluida la actual –, primer ministro y presidente de la República son los capítulos más destacados de su trayectoria como gobernante, como intelectual y como líder con una influencia internacional que le situó entre los grandes del Socialismo en su época dorada.

Pero al recordar su legado, hay mucho más. Su actuación inteligente y ponderada fue crucial para que su país consiguiese la estabilidad interna, la normalización internacional y la recuperación de una economía a la que el Salazarismo había condenado a la pobreza. Soares en su etapa de ministro de los Negocios Extranjeros de un Gobierno sin rumbo claro fue crucial para poner fin a las guerras coloniales y a que consiguieran la independencia Guinea Bissau, Cabo Verde, Angola, Mozambique, Santo Tomé y Timor,así como para la integración de Portugal en la Unión Europea.

España y la democracia que disfrutamos los españoles también le deben un reconocimiento. Para empezar, Mario Soares fue uno de los políticos portugueses que más simpatía y afecto manifestó siempre por nuestro país. “Yo soy un portugués que ama a España, me identifico con su Cultura y soy admirador de su arte y su literatura”. “No soy – recuerdo que me decía un día – de los que opinan que de España no llega nada bueno a Portugal”.

Y lo demostró dando un impulso vital a las relaciones peninsulares que desde entonces son excelentes. Aunque en los primeros tiempos mostraba mayor afinidad con el PSP de Tierno Galván, influyó tanto sobre el profesor como sobre RaulMorodo para que se fusionasen con el PSOE de Felipe González y Alfonso Guerra. Menos conocido fue su respaldo muy importante a la Transición española. El primer viaje a Adolfo Suárez, en aquellos días en que su nombramiento era considerado por muchos un craso error, fue a Lisboa. Y no sólo se trataba de una visita de cortesía.

Soares erael primer líder socialista que recibía a quien todo el mundo veía aún como heredero político de Franco. Fue una visita que encerró una importancia extraordinaria. Después de la recepción oficial y de las reuniones de una agenda con diversos asuntos, los dos jefes de Gobierno se reunieron a solas, sin intérpretes, Lo hablado en aquella hora y media de conversación no trascendió.

Apenas la sonrisa de Mario Soares al final dejaba entrever que había sido del mayor interés. Pasado el tiempo, Soaresme reveló en una conversación privada que Suárez le había anticipado sus planes democratizadores y le pidió su colaboración para hacer llegar a otros líderes de la Internacional Socialista como Brant, Miterrand, Craxi u Olof Palmer que los temores de que se perpetuase el franquismo que todos, empezando por los socialistas españoles sentían eran infundados.

 

Diego Carcedo

Presidente de la Asociación de Periodistas Europeos

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