Primera sesión del XXI Seminario sobre Europa Central.

20 años sin muro: del colapso comunista al de la ilusión capitalista

20 años sin muro: del colapso comunista al de la ilusión capitalista

San Sebastián, 13 de julio de 2009. El arranque del XXI Seminario sobre Europa Central, que se desarrolla del 13 al 16 de julio, ha congregado en la ciudad de San Sebastián a un nutrido grupo de especialistas que analizarán el legado de la caída del Muro de Berlín, así como las perspectivas de futuro que se abren ante Europa Central. El Seminario se inscribe en el marco de los cursos de verano de la Universidad del País Vasco.

La primera jornada ha contado con la presencia del Secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, quien ha hecho un pormenorizado repaso por los retos a los que se enfrenta la Unión Europea. Según López Garrido, la UE, que se legitima plenamente a través del sufragio, necesita justificarse constantemente. Por ello es necesario acometer los nuevos retos que se presentan en el camino de la construcción europea a través, fundamentalmente, de un nuevo modelo de crecimiento, de la lucha contra el cambio climático, de la lucha contra la pobreza en el mundo, y de una política de seguridad común. En este sentido, la aprobación del Tratado de Lisboa es un paso esencial, así como impulsar las denominadas “formaciones G” y muy especialmente el G-20.

Tras la conferencia de López Garrido dio comienzo la primera jornada, bajo el título “Visión histórica: proceso endógeno e incentivos”. El ex ministro de Asuntos Exteriores checoslovaco, Jiri Dienstbier, puso de manifiesto que si bien Europa del este ha gozado de 20 años de democracia, es necesario vivir 50 años bajo la misma para que de verdad arraigue y cale en la sociedad. Su rechazo del comunismo no es incompatible con el la crítica al “mafioso capitalismo”, que según él mismo, ha reventado.

Adam Michnik, editor en jefe de la polaca Gazeta Wyborzca, resaltó que el aniversario de la matanza de Tiananmen coincide con el aniversario de las primeras elecciones semidemocráticas en Polonia, que acarrearon el destierro de las teorías comunistas de tierras polacas. Según Michnik, frente a la revolución o a la reforma desde el sistema, el proceso español de Transición se abre como una tercera vía, al que se ha de sumar la “filosofía de la reconciliación”. Sin embargo, la persistente “mentalidad bolchevique” poco contribuye a normalizar la situación, 20 años después de la caída del Muro de Berlín. A pesar de ello, no oculta su optimismo de cara al futuro.

Más pesimista se muestra Francisco Veiga, profesor de la UAB, quien considera que 1989 es un año que ya queda lejos en la memoria colectiva. Además, considera que lo que en su día se denominó “nuevo orden mundial”, a la caída del comunismo, ha fracasado. Lejos de buscar un mundo más pacificado, a lo largo de estos 20 años las naciones poderosas no han hecho otra cosa más que tratar de garantizar su posición hegemónica en el mundo. Hoy en día, la hostilidad que muestra Rusia no contribuye a cambiar la situación.

Según Ulrike Guérot, mientras Europa no logre desembarazarse completamente de los lazos que le unen con sus dos federaciones valedoras, Estados Unidos y Rusia, no podrá emerger con todo su potencial. En ello Alemania tiene un papel fundamental, pero su liderazgo ya no es el que era.

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