Nuestra admiración a la valentía, libertad de pensamiento y al rigor al contar los hechos con que Javier Cercas escribe sus exitosos libros, sus artículos brillantes y sus análisis siempre ilustrativos.

Palabras de Diego Carcedo en la entrega del XXXVI Premio "Cerecedo"

Majestades;

Muchas gracias por el honor de presidirnos y compartir con nosotros un año más esta ya tradicional velada prenavideña en la que la Asociación de Periodistas Europeos rinde homenaje al buen periodismo, al periodismo imprescindible, para que la sociedad disponga puntualmente de los datos y elementos necesarios para que cada persona pueda estar informada a la hora de formarse su propia opinión.

Lo hacemos a través del recuerdo y el reconocimiento del ejemplo que nos ofrecen dos colegas, que ya son parte de la historia del periodismo español: uno es el inolvidable Cerecedo, que da nombre al premio que hoy celebra su trigésimo sexta edición; otro, Javier Carcas, el periodista y escritor que a lo largo de una impecable y exitosa trayectoria se incorpora esta noche a ese cartel de ganadores que sin duda alguna se ha convertido en el escaparate del mejor periodismo español contemporáneo.

Entregar un premio, rendir un homenaje como el que hoy ofrecemos a Cercas, siempre es motivo de alegría. Pero, si me permiten empañar por unos instantes esta satisfacción, no quisiera dejar pasar la oportunidad para recordar el difícil momento que el periodismo está atravesando y para rendir un emocionado homenaje a los colegas que han dejado sus vidas por ejercer su trabajo al servicio de la verdad.

Los datos son escalofriantes: en los últimos 25 años la UNESCO contabiliza 1.300 periodistas asesinados en el mundo. Una lacra que en algunos lugares ha convertido al periodismo en una profesión de riesgo. En lo que llevamos de año son ya cerca de cincuenta los periodistas asesinados, además de unos cuantos centenares encarcelados, secuestrados, torturados y amenazados.

México encabeza de triste lista de víctimas. La relación de países donde los periodistas mueren a manos de sicarios de gobiernos totalitarios, instituciones, empresas o organizaciones de delincuentes es larga y abarca los cinco continentes.

Tampoco en Europa, donde rige el principio de que sin periodismo no hay democracia, quienes informan están libres de amenazas de esta naturaleza. Estos días pasados fue detenido un conocido empresario maltés acusado del asesinato de una periodista que desveló detalles fraudulentos de sus actividades. Y en Italia más de doscientos periodistas viven con escolta permanente, amenazados por la Mafia.

En España la situación no es grave, por fortuna: lo fue en los años en que ETA asesinó a varios colegas. Pero desde que esta siniestra organización dejó de matar, los medios y los periodistas gozamos de una relativa tranquilidad. La Constitución y las leyes protegen nuestra libertad, aunque no siempre esta actitud es respetada por todos:

En las últimas semanas decenas de colegas encargados de informar de los sucesos protagonizados por los independentistas radicales de Cataluña tuvieron que enfrentarse a todo tipo de obstáculos y peligros: agresiones físicas, amenazas, insultos, intimidaciones y bloqueos. Mientras tanto, se han incorporado a la vida pública organizaciones políticas que prohíben a los profesionales de medios que no consideran afines asistir a sus actos públicos y propugnan que sus medios sean clausurados.

Ante estas circunstancias no podemos por menos de agradecer el apoyo y la defensa que Sus Majestades brindan a los medios de comunicación y a los profesionales. Y por supuesto, expresar nuestra admiración a la valentía, libertad de pensamiento y al rigor al contar los hechos con que nuestro premiado, Javier Cercas, escribe sus exitosos libros, sus artículos brillantes y sus análisis siempre ilustrativos.

Gracias majestades: gracias, don Felipe, nuestro presidente de honor; gracias, doña Letizia, nuestra excelente excolega; gracias al Jurado, presidido por doña Ana Pastor que con tanto acierto eligió al vencedor del Cerecedo 1919; gracias al BBVA por su patrocinio y gracias a todos ustedes por acompañarnos y compartir con nosotros la preocupación y la defensa de un periodismo siempre comprometido con la verdad: el periodismo que los ejemplos de Cerecedo y Cercas nos muestran n que debemos ejercerlo con honradez, honestidad y sin miedo..

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