PERIODISMO: QUIEN DEFINE, MANDA
10:00. – Primera sesión. ¿Somos todos periodistas? Quién define, manda
En los primeros tiempos de la dictadura, el ejercicio del periodismo quedaba restringido a quienes tuvieran el carnet de prensa, que era otorgado libérrimamente por el gobierno. Aquellos a quienes se les negaba quedaban excluidos de la profesión por muchos años que llevaran dedicados al oficio. Ese era el caso, por ejemplo, de todos aquellos que habían sido depurados por sus colegas de la Junta Directiva de la Asociación de la Prensa de Madrid establecida primero en San Sebastián y luego en Burgos en 1938.
En 1941 se creó la Escuela Oficial de Periodismo cuyos estudios eran preceptivos para obtener el carnet aunque también podía facilitarse graciosamente sin ellos. Treinta años después en octubre de 1971 se crearon las Facultades de Ciencias de la Información para dar a esos estudios rango universitario. Ahora cualquiera puede ejercer el periodismo o lo que queda de él independientemente de su formación y de la relación que tenga o deje de tener con algún medio que le acredite.
Como planteaba Scott Gant en su obra “We´re all journalists now”, cualquiera puede crear un blog o una página web desde el que publicar cuanto creyera oportuno en nombre de la libertad de información con la dificultad consiguiente para sancionar a quienes faltaran a la ética fundamental y a los códigos deontológicos de la profesión.
Ahora, el gobierno trabaja en un anteproyecto de ley que pretende acotar la definición de periodista que incluirá a “toda persona física o jurídica que se dedique profesionalmente a la búsqueda, tratamiento y difusión de información veraz de interés público, a través de cualquier medio de comunicación, con la finalidad de hacer efectivo el derecho a la información”.
¿Qué supone esta nueva definición?, ¿deja fuera actos periodísticos que venían enmarcándose dentro de la profesión?, ¿cómo influye en las tareas encomendadas al periodista?
Al mismo tiempo, tras un polémico debate, la Mesa del Congreso de los Diputados, con el respaldo de asociaciones profesionales como la FAPE y la Asociación de Periodistas Parlamentarios, ha reformado el reglamento creando un Consejo Consultivo compuesto por políticos y colectivos periodísticos al que se dota de capacidad para proponer sanciones a los periodistas.
¿Quién ha de decidir qué es periodismo y qué no?
11:30. Pausa para café
12:00. Segunda sesión: Subvenciones condicionadas y ¿condicionantes?
Al atribuirse la capacidad de definir el perímetro de la profesión de periodista cabe que el poder político ceda a la tentación de hacerlo de modo que se garantice la docilidad de los aceptados y la exclusión de los discrepantes o de procedencia menos afín, a quienes se discrimine respecto de la concesión de ayudas o subvenciones directas o a través de la publicidad institucional, en una nueva versión del palo y la zanahoria.
Surge la duda, por tanto, de si las subvenciones quedarían condicionadas por esta nueva definición, pero también hay otra cuestión que cobra nueva actualidad: la de sí las subvenciones o la conveniencia de hacer méritos para merecerlas condicionará el pronunciamiento y las líneas editoriales de los medios. En el estado de precariedad en que se encuentran los medios, ¿acabarán los gobiernos abriendo la brecha del “subvenciona que algo queda?
13:30. Palabras de clausura.