Palabras de Su Majestad el Rey en la entrega de la XL edición del Premio de Periodismo «Francisco Cerecedo»

Siempre es un verdadero placer acompañaros en la entrega del Premio Francisco Cerecedo. Celebramos su 40ª edición, lo cual ya indica de manera rotunda su solidez, su relevancia y el prestigio que tiene ─especialmente en la profesión─ dentro y fuera de España.

Esta permanencia en el tiempo es, sin duda, el mejor homenaje que podemos seguir rindiendo a la figura de Cuco Cerecedo, cuya carrera destacó, entre otros aspectos, por compartir las adversidades y compromisos de muchos luchadores en áreas olvidadas del mundo.

La Reina y yo os damos nuestra más sincera enhorabuena por este importante aniversario, por todos estos años poniendo en valor el mejor periodismo. Y agradecemos, también en nombre de todos, al BBVA por su compromiso y apoyo sostenido durante tanto tiempo. Tantos años en los que he tenido el privilegio y el honor de Presidir ─desde el 82─ la Asociación de Periodistas Europeos, y de entregar ─desde el 89─ el Cerecedo.

Como se señala en la convocatoria de la Asociación de Periodistas Europeos, la finalidad declarada del premio es destacar aquellas trayectorias profesionales o aquellos trabajos periodísticos por su talento, originalidad y capacidad de transgredir presiones e influencias, así como por el impulso que hayan prestado en favor de la libertad de expresión.

A lo largo de estas cuatro décadas de historia, los sucesivos jurados han podido cumplir con esta misión gracias a su composición abierta a la pluralidad de todo el arco mediático. El resultado de su trabajo ha sido una importante relación de 40 galardonados —inaugurada por Rafael Sánchez Ferlosio— desentendida de modas y tendencias momentáneas, que demuestra la valoración, de manera constante, de los compromisos asumidos en la defensa del derecho que todos los ciudadanos tienen a recibir una información veraz, según el artículo 20 de la Constitución.

Y, por ello, queremos recordar con afecto y gratitud a todas esas grandes figuras premiadas ─algunas nos acompañan esta noche─; y con una emoción especial a los que ya no están entre nosotros.

Son ya 40 años reconociendo la labor de quienes informan a la sociedad sin supeditarse a presiones e intereses, de quienes prestigian una profesión imprescindible en el cuidado y salvaguarda de libertades que, como sabemos, no se consiguen de una vez para siempre.

Esta edición reconoce la trayectoria y el trabajo de Carlos Alsina, director de Más de Uno de Onda Cero, “una referencia en el periodismo radiofónico”, como nos acaba de recordar literalmente el acta de concesión. Un periodista que aprecia el trabajo en equipo, que ha manifestado que la cadena de radio es su familia, que le deja equivocarse cada mañana y que, gracias a eso, de vez en cuando, aciertan.

Enhorabuena, Carlos, por este premio. Por supuesto, también a tu equipo, a tu gran familia radiofónica.

Este “Cerecedo” que acaba de recibir se suma a una lista muy amplia de reconocimientos en una carrera radiofónica que el premiado inició en 1990. Alsina representa la distancia crítica, la búsqueda de la verdad sin dejarse vencer por la complacencia hacia sus interlocutores, ni por el temor a incomodarles, unido a un análisis riguroso de la información desde diferentes perspectivas.

Destaca en él el trabajo a conciencia, exhaustivo, meticuloso, firme en el propósito de otorgar al oyente una visión lo más amplia posible que le permita formarse su propia opinión. Y quizás sea esa una de las cuestiones más relevantes que le han valido la concesión del premio, su respeto hacia el oyente al que le facilita una panorámica llena de matices y contrastes.

El jurado destaca también del premiado su destreza en el arte de preguntar. Por eso, resulta determinante la manera de afrontar una entrevista que plantea Alsina y que sitúa a la audiencia en el centro, dejando en un segundo plano el protagonismo de quien pregunta y la voluntad del preguntado.

Señoras y señores,

Son muchos y muy diversos los retos a los que se enfrenta el periodismo en la actualidad y habrá de superarlos como lo ha hecho tantas veces a lo largo de la historia. Entre ellos podríamos destacar uno, por novedoso. Se trata de la irrupción de la Inteligencia Artificial en la mayoría de los ámbitos de nuestra sociedad, incluido el periodismo. Su aparición no solo afecta al trabajo individual del periodista, sino que también puede alterar los sistemas de producción, distribución y consumo de noticias, proporcionando tantas oportunidades como riesgos dependiendo de su utilización.

En este terreno, como en tantos otros, la suma en la búsqueda de un bien común suele resultar más útil y provechosa que la fragmentación, de manera que los beneficios de una correcta utilización de los medios que facilita la IA, bajo el control de la labor insustituible del periodista, pueden mejorar una profesión indispensable en el devenir de las democracias. Como en todo, podrán cambiar las herramientas, pero se deberán mantener los principios y valores que rigen el periodismo y que pasan por la independencia, el rigor y la búsqueda desinteresada de la verdad.

Corresponde a los periodistas y a los medios de comunicación la asunción de un compromiso esencial con los principios constitucionales que reconocen, garantizan y aseguran las libertades y derechos de los ciudadanos. Porque el periodismo no es simplemente un medio para transmitir noticias. Es un pilar esencial de nuestras democracias. Y, por ello, apoyar el periodismo de calidad es afirmar nuestro propio compromiso con los valores democráticos que a todos nos unen. El periodismo debe perseverar en su contribución a alumbrar el camino hacia sociedades, no sólo más, sino, sobre todo, mejor informadas y comprometidas con la libertad.

Felicito de nuevo a Carlos Alsina y agradezco a la Asociación de Periodistas Europeos —también a quienes colaboran con ella— su tenacidad en esta defensa expresa de los valores democráticos que representa el Premio Cerecedo.

Y permitidme, también como Presidente de Honor, que os anime a manteneros siempre activos y alerta en vuestro compromiso con la búsqueda y la puesta en valor del mejor periodismo. Porque es así como también se fortalece la democracia.

Muchas gracias.

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