Majestades. Autoridades. Presidente del BBVA. Amigas, amigos… Es un honor darles la bienvenida esta noche en la cuadragésima segunda edición del premio de periodismo Francisco Cerecedo, que concede la Asociación de Periodistas Europeos desde 1983 con el propósito de destacar aquellas trayectorias personales o aquellos trabajos periodísticos que merezcan ese honor por su talento, originalidad y capacidad de transgredir las presiones de los poderes y los dineros, así como por su impulso a la libertad de expresión.
En nombre de la Asociación expreso nuestro agradecimiento a Sus Majestades y a quienes nos acompañáis en una noche en la que premiamos el buen periodismo aún más necesario en momentos complicados. He de mencionar, en particular a Carlos Torres Vila, presidente del BBVA, porque su aportación respetuosa hace que este premio sea sostenible. Que en su frontispicio lleve el nombre de Francisco Cerecedo, ingenio muchas veces aguzado por la precariedad económica, capaz de deslumbrar en los altos despachos y salones, pero ajeno siempre a ese “estado de saciedad del vencedor” del que abomina Canetti, y esa es la mejor seña de identidad.
Este año el jurado, presidido por Xoxe Luis Vilela, director de “La Voz de Galicia” y ahora de la Fundación Santiago Rey, ha considerado, ha tenido el acierto de elegir a nuestro colega Fran Sevilla como ganador del premio que reconoce los valores y el espíritu que Cerecedo supo imprimir en toda su trayectoria profesional. Porque a lo largo de su dilatada carrera, Fran Sevilla ha demostrado desde Radio Nacional, su coherencia, su cercanía y su pasión a la hora de informar desde los lugares más recónditos y peligrosos del planeta. Ha sido nuestros ojos y nuestros oídos, allá donde no llegábamos.
Ha contado con humanidad, sin artificios, con su voz pausada, guerras, conflictos y catástrofes que han marcado la historia de la humanidad.
Nos ha permitido saber que ocurría, por ejemplo, durante la primera guerra del Golfo, en la antigua Yugoslavia, en Afganistán, en el Líbano, en Irak o en Colombia. En los últimos años ha narrado también la trágica invasión por la Rusia de Putin de Ucrania, que ha traído de nuevo la guerra a nuestro continente. Y el horror que se vive en Oriente Próximo. Y lo ha hecho en un momento especialmente difícil en el que el buen periodismo, la mesura, la verdad, la sensatez y el análisis son más necesarios que nunca.
Cuando empecé a preparar este discurso, indagué en los retos a los que ahora nos enfrentamos los periodistas cuando la irrupción de las nuevas tecnologías que bien utilizadas, son de gran ayuda para nuestro trabajo pero que, al mismo tiempo, pueden abonar la desinformación, la confusión y la difusión instantánea de noticias falsas. Permítanme que evite la extendida traducción al inglés de una expresión que ya existe en nuestra lengua y que, creo, tenemos la responsabilidad de proteger.
La llegada de la Inteligencia Artificial ha supuesto una auténtica revolución, un punto de inflexión, capaz de proporcionar importantísimos avances, pero también retos ya conocidos y desconocidos que están por llegar y que conviene vigilar. No dejemos que una inexistente realidad, por mucho que parezca auténtica, anule lo que en realidad está ocurriendo. El trabajo de los periodistas, hoy en día, es imprescindible para detectarlo y para darlo a conocer.
Pero más allá de la tecnología, nos encontramos también en un momento complicado, de especial agitación social, con un crecimiento de los populismos, de la diseminación del odio, de la polarización que pueden llegar a amenazar, en último extremo, los pilares de la convivencia.
Por eso, es necesario que asumamos nuestra responsabilidad, que analicemos, valoremos, expliquemos y advirtamos de los bulos, de las falsedades y de las intoxicaciones.
Es, por tanto, más necesario que nunca defender el buen hacer en el periodismo, el buen trabajo que representaba Francisco Cerecedo, y que esta noche encarna nuestro compañero Fran Sevilla.
Desde la Asociación de Periodistas Europeos trabajamos, nos esforzamos, por contribuir a mantener la decencia de nuestra profesión, para que siga siendo, como dijo Gabriel García Márquez, el mejor oficio del mundo. Y el galardón que hoy entregamos, el Francisco Cerecedo, es un claro ejemplo. Seguiremos empeñados en ello. Muchas gracias.
Cedo ahora la palabra Xoxe Luis Vilela, presidente del jurado.



