Las nuevas tecnologías nos permiten seguir a grandes periodistas como los que acabamos de premiar

Palabras de Su Alteza Real la Infanta Doña Cristina en la entrega de la XVII Edición del Premio de Periodismo Europeo "Salvador de Madariaga"

Su Alteza Real durante su discurso

Muy buenas tardes a todos. Me alegra enormemente compartir, de nuevo, con todos ustedes la entrega de estos prestigiosos Premios que avivan nuestro compromiso con la construcción europea y con las libertades.

Y en esta ocasión, poder hacerlo desde este maravilloso castro celtibérico recuperado en Sigüenza, joya turística de Castilla-La Mancha, que nos presta hoy toda su belleza para enmarcar la entrega de la Decimoséptima Edición de los Premios Europeos de Periodismo Salvador de Madariaga.

Si la entrega de estos galardones en su anterior Edición se celebró durante el semestre de Presidencia española de la Unión Europea, ésta se produce bajo Presidencia húngara, última etapa del trío del que también ha formado parte Bélgica.

La Unión ha recorrido un año de desafíos que han requerido respuestas compartidas, sacando fuerzas para seguir avanzando y poder superar la crisis.

Gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías, somos muchos los que tenemos la suerte de poder seguir a grandes periodistas como los que acabamos de premiar.

El escuchar a Ángeles Bazán en los Informativos de Fin de Semana de Radio Nacional de España; el seguir a Bernardo de Miguel desde Bruselas en la «Cuatro» o en el periódico «Cinco Días»; o leer las crónicas que, desde Berlín y otras capitales de Europa Central, envía Ramiro Villapadierna al diario «Abc».

Por los méritos acumulados a lo largo de sus intensas y brillantes trayectorias, quiero felicitar a los tres Premiados y sumarme a las palabras de enhorabuena de las que han sido objeto en las anteriores intervenciones.

Ángeles Bazán está formada en la escuela de la dedicación, de la exigencia y de la profesionalidad. De la cercanía y proximidad de su labor, de su estilo ágil y directo, es buena prueba el hecho de que brinde sus informativos a cada uno de sus oyentes. Por eso los inicia en singular, con su conocido «le habla Ángeles Bazán».

Sabe bien distinguir las voces de los ecos y filtrar el ruido que aturde para quedarse con el contenido de la noticia y con su significado para el ciudadano.

Bernardo de Miguel tiene por su parte acreditada una admirable capacidad para despojar las informaciones de tecnicismos desalentadores, para decodificar desde 1999 la compleja labor de instituciones, políticos y funcionarios en el marco de la Unión Europea, y para acercar así a los ciudadanos a una mejor comprensión del proyecto de integración comunitaria.

Ha relatado a sus lectores y televidentes acontecimientos clave de la reciente historia de la UE, como el nacimiento físico del euro, la ampliación al Este o el nacimiento y descarrilamiento de la Constitución Europea.

Devuelve con ello todo su sentido al enorme flujo de noticias que, día a día, emanan de Bruselas y que tanto inciden en el desarrollo de nuestras sociedades.

Finalmente, Ramiro Villapadierna lleva veinte años recorriendo con tenaz entrega y probada capacidad los caminos de Europa Central de los que permanecíamos muy alejados. Por su pluma y de su mano hemos podido redescubrirlos.

Ha viajado siguiendo la actualidad y ha sido testigo directo de muchos de los grandes acontecimientos que han sacudido a la Europa oriental en las últimas dos décadas, desde la caída del Muro, pero sin dejar que esas exigencias enmascarasen la realidad subyacente.

Y, en línea con lo que él mismo ha dicho, intenta contribuir a ensanchar los horizontes, los intereses y la curiosidad de cuantos cada mañana abren el diario.

Ahora desde Berlín, como antes desde los Balcanes o desde Viena, nos ayuda a comprender el por qué de cada noticia, de cada acontecimiento, así como su relevancia para el conjunto de Europa y del mundo.

Gracias a la acertada labor del Jurado, nuestros tres premiados se incorporan a una nómina de excelencia. Suman sus nombres al periodismo del esclarecimiento, guiados por el rigor y la búsqueda permanente de la calidad.

Y contribuyen a impulsar la concordia y el civismo que facilitan la convivencia.

Habéis hecho una elección profesional difícil, la de manteneros fieles en el arduo servicio a la libertad. Un servicio imprescindible para la vida y desarrollo de toda democracia, para la existencia misma de la convivencia en libertad.

Reitero a los Premiados mi más efusiva y afectuosa enhorabuena, junto a mi reconocimiento por su valiosa labor.

Tarea que sirve de ejemplo, estímulo y aliento a cuantos profesionales de los medios de comunicación contribuyen con su trabajo a la mejor comprensión del proyecto europeo, a la promoción de sus valores y principios, al impulso de su contribución a la paz, unidad, prosperidad y solidaridad de nuestro Continente.

Muchas gracias.

Palabras de Su Alteza Real la Infanta Doña Cristina en la entrega de la XVII Edición del Premio de Periodismo Europeo «Salvador de Madariaga»

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