Sus Majestades los Reyes presidieron en el Hotel Ritz de Madrid la entrega de la XXXVIII edición del Premio de Periodismo “Francisco Cerecedo”, concedido a la periodista e historiadora estadounidense Anne Applebaum. El jurado acordó otorgarle el galardón “por su labor de investigación y divulgación sobre el autoritarismo y los nuevos fenómenos populistas. Sus artículos en The Atlantic y anteriormente en The Economist, Evening Standard y The Washington Post son una referencia para entender los movimientos sociales y políticos de países europeos como Hungría y Polonia, donde están en cuestión algunos de los principios, libertades y valores intrínsecos a la Unión Europa”.
En su discurso de aceptación, Anne Applebaum señaló que el verdadero periodismo «requiere mucho más que un vistazo al teléfono móvil. Requiere tiempo, esfuerzo, concentración, requiere informar de forma rigurosa y realizar un arduo trabajo editorial». En un mundo profundamente interconectado, «las cosas que suceden muy lejos pueden tener un impacto inmediato en nuestras vidas de la misma manera que lo que suceden aquí también pueden tener eco en el otro lado del mundo. En los últimos años, crisis que parecían muy lejanas han tenido un gran impacto en nuestras vidas. La guerra de Siria parecía muy lejana para los europeos hasta que una ola de refugiados alteró la política europea». Applebaum alertó de las dificultades a las que se enfrentan los periodistas en muchos países, aludiendo directamente al reciente Premio Nobel de la Paz, el editor del diario Nóvaya Gazeta, Dmitry Muratov, cuyos periodistas han sido atacados, envenenados y disparados por sus informar a sus conciudadanos de lo que ocurre en Rusia.
Applebaum advirtió de la cantidad de herramientas disponibles a día de hoy «tanto para dictadores como para demócratas, para moldear y manipular la información que recibe la gente». Socavar la confianza en los medios es otra de las estrategias de algunos líderes políticos, que se mofan «de los periodistas independientes y de las organizaciones periodísticas» y pueden «convencer a millones de personas de que no se vacunen» o que se vuelvan en contra de las instituciones democráticas o de su propio sistema electoral. Los autócratas y quienes querrían serlo ven en esta denigración del periodismo una herramienta para salirse con la suya.
Applebaum finalizó su discurso señalando la necesidad de «periodistas que defiendan el interés público, de forma independiente, ahora más que nunca». En una época donde los políticos intentan «censurar el periodismo y debilitar a los periodistas», donde deben lidiar con el descenso en las fuentes de ingresos y «tienen que competir por la atención con las campañas de desinformación y los mensajes emocionales que se difunden en las redes sociales a toda velocidad para ganarse la confianza de los lectores frente a la burla y la agresión».
El jurado que otorgó el premio a Anne Applebaum estuvo presidido por María Emilia Casas, expresidenta del Tribunal Constitucional, e integrado por Rubén Amón, colaborador de Onda Cero y El Confidencial; Diego Carcedo, Presidente de la APE; Montserrat Domínguez, Directora de contenidos de la Cadena SER; Pepa Fernández, Directora de ‘De pe a pa’ en Las mañanas de RNE; Marta García Aller, columnista de El Confidencial; Javier García Vila, Director de Europa Press; José Vicente de Juan, Director de la Fundación Diario Madrid; Rafa Latorre, columnista de El Mundo; Montserrat Lluis, Directora General del grupo COPE y vicepresidenta de UTECA; Ana Ortas, Directora de Comunicación corporativa del BBVA; Karina Sainz Borgo, periodista de ABC; Encarna Samitier, Directora de 20 minutos; Vicente Vallés, ganador de la XXXVII edición; y Miguel Ángel Aguilar, Secretario General de la APE, que actuó como secretario sin voto.
Este galardón lo otorga la Asociación de Periodistas Europeos (APE) con el fin de destacar aquellas trayectorias que merezcan ese honor por su talento, originalidad, capacidad de trasgredir las presiones e influencias de los poderes e impulsar la libertad de expresión. El premio, auspiciado por BBVA, está dotado con veinticuatro mil euros y una medalla de bronce moldeada por Julio López Hernández
Anne Applebaum se une a una nómina de premiados integrada por Vicente Vallés, Javier Cercas, Rubén Amón, Florencio Domínguez, Claudio Magris, Félix de Azúa, José Antonio Zarzalejos, Xavier Vidal-Folch, Michael Ignatieff, Miguel Mora, Pepa Bueno, Enric González, Bárbara Probst Solomon, Soledad Gallego-Díaz, Sylvain Cypel, Juan José Millás, Antonio Tabucchi, Iñaki Gabilondo, Soledad Alameda, Walter Haubrich, Arcadi Espada, Adam Michnik, Jon Juaristi, Fernando Savater, Carmen Rico-Godoy, Francisco Umbral, Manuel Vicent, “El Roto”, Eduardo Haro Tecglen, “Chumy-Chúmez”, Maruja Torres, Raúl del Pozo, Juan Cueto, Nativel Preciado, José Antonio Novais, Javier Pradera y Rafael Sánchez Ferlosio.
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